Test: Chrysler 300C 3.6 V6 ATX

La máxima expresión de los vehículos estadounidenses se hace presente en apenas una marca: Chrysler. Y si además tenemos que mencionar un auto en especial, sin dudas pensaríamos en el 300. Sin ganas de devolverlo, TURBO Argentina lo testeó durante una semana.

 Datos medidos y corroborados por TURBO Argentina.

Qué decisión dificil es testear un auto de este tipo. Si bien nos subimos a varias rarezas en el año, probar el 300C fue una de las experiencias más gratas. Lo complicado no es conducir este lujo durante una semana, sino tener que volver a subirse a otros vehículos de menor confort. 

Si la expresión casa rodante era sólo utilizada para las motorhome, ahora tiene un nuevo significado. El sedán grande de la marca norteamericana se produce en Canadá e TURBO Argentina lo testeó durante la última semana. 

• A PRIMERA VISTA

La nueva generación del 300 se presentó mundialmente en el 2011, llegando a nuestro mercado recién en el 2013. Los cambios en el exterior son varios, sobre todo en la estética, mucho más amigable y no tan rústica como la primera generación.

La trompa tiene incluído el último family feeling de Jeep, que casualmente se incorporó al modelo de Chrysler con la clásica parrilla de inmensas proporciones. Las luces tienen focos tipo lupa e iluminación bi-xenón inteligente, sistema que permite cambiar automáticamente las luces altas y bajas. Los LED diurnos, las luces antiniebla y los lavafaros también aparecen de serie.

El lateral tuvo un cambio importante que resalta la estética, que fue la modificación de la altura de la línea de cintura, ahora levemente más baja con una mayor superficie vidriada. Ya no estaremos tan encapsulados como en la generación anterior. Las llantas de 20 pulgadas son realmente enormes, pero quedan excelentes en este buque transatlántico canadiense.

La cola del 300 tuvo modificaciones también, ahora con luminaria LED incorporada en las ópticas y un listón simil aluminio que recorre todo el ancho del auto. La doble salida del escape conforman una estética robusta y deportiva al mismo tiempo.

• INTERIOR

Acá es donde tendríamos que retirarnos definitivamente. Perdón si los decepcionamos un poco, pero es casi imposible hablar mal del interior del 300. Todo está cuidado casi a la perfección, con detalles de equipamiento que sorprenden y una calidad de ensamblado y terminación pocas veces vista. Inclusive, opaca a muchas marcas alemanas premium. 

El interior está terminado en cuero, madera natural, metal, aluminio y plástico, éste último de excelente calidad. Toda esa combinación puede llegar a ser una cosa burda y sin sentido, pero en el 300 está en su porción justa. Cada material está ubicado de forma correcta, a excepción de la tapa de madera en la consola central, donde se alojan los posavasos. Justamente si ahí se van a manipular líquidos, no es conveniente que su tapa sea de madera.

Pero volviendo a lo nuestro, el puesto de conducción es inmejorable. Tenemos la posibilidad de regular el asiento de forma eléctrica, al igual que la columna de dirección (en altura y profundidad). La posición de manejo tiende a ser baja pero no tan frontal, ayudada por un instrumental levemente acostado. La butaca también dispone de reguladores neumáticos para mejorar el contacto de la espalda con el respaldo.

Todo el tablero está terminado en cuero negro, con las costuras a la vista para mejorar la presentación. El instrumental está basado en dos grandes cuadrantes con retroiluminación celeste, mostrando los cuatro indicadores analógicos clásicos. En el centro del instrumental encontramos una extensión de la pantalla central multimedia, donde podemos navegar entre los datos del vehículo (temperatura de aceite, computadora de a bordo, consumos, etc.), la información del equipo de audio y más. Todos los avisos importantes se reflejan en esta pantallita, donde aparecen anuncios como “depósito de lavaparabrisas vacío” o “neumático con baja presión“. 

La consola central superior del 300 tiene uno de los sistemas multimedia integrales más sorprendentes del mercado local. No sólo por la increíble calidad de reproducción de sonido, sino porque casi todo se comanda desde esa pantalla. Parámetros de configuración del auto, ecualización del audio, comandos de climatización, la calefacción o refrigeración de los asientos (al igual que el volante), la navegación vía GPS, la configuración de las llamadas vía Bluetooth y hasta el despliegue automático de un parasol trasero ubicado en la luneta.

Tantas funciones que no podemos reunirlas en una imagen.

Esa pantalla lo tiene todo, pero además se reproduce en un tamaño de 8.4 pulgadas y algunas funciones pueden comandarse desde el volante. Y si somos primos de la Gata Flora y nada nos viene bien, el 300C nos ofrece la posibilidad de enfriar o calentar nuestras bebidas entre los asientos. Amor a primera vista, diría.

Lo más interesante es que la lista de equipamiento de confort continúa, con detalles como techo solar panorámico “abrible y cerrable”, encendido sin llave, pedalera regulable y asientos TRASEROS calefaccionables, un detalle de confort casi único en el mercado.

Si bien todo se comanda desde la pantalla, también tenemos botones para el climatizador dual.

Mientras dejamos de derramar baba sobre el teclado, hablamos un poco sobre la habitabilidad. Si bien pueden viajar cinco pasajeros de forma cómoda, los ocupantes traseros tendrán que rebuscar la correcta posición de las piernas. Por las dimensiones que tiene el 300, el espacio trasero debería ser un poco mayor. La inmensa trompa y el generoso espacio delantero no tiene relación a las correctas pero justas butacas traseras y al baúl, de 504 litros de capacidad. ¿Cuál es el problema? Los pasarruedas de exagerado tamaño limitan la posibilidad de extender estos sectores. Las llantas de 20 pulgadas quedan muy lindas, pero tienen esa contra. A esto se le suma que los levantavidrios traseros no tienen one-touch y que la salida de climatización trasera no es independiente.

El baúl también suma un punto negativo: las bisagras. Ya casi no quedan vehículos de concepción nueva que ofrezcan amortiguadores en vez de bisagras. Es una lástima ya que éstas últimas restan espacio y no ayudan a la estética. Por el lado de la rueda de auxilio, se ubica en el piso del baúl y es de uso temporal, algo que no aceptamos en nuestro mercado pero que en el 300 se lleva un poco mejor: los neumáticos son del tipo run flat.

• COMPORTAMIENTO

El 300C llega a nuestro mercado con un motor conocido. Se trata del naftero 3.6 V6 Pentastar 24v de 290cv (286hp) asociado a una caja automática de 8 marchas y tracción trasera. En otros mercados se ofrece con motores más potentes (HEMI V8) y tracción integral, pero por el momento no se ofrece en nuestro país.

Este motor es una de las maravillas tecnológicas que le cierra la boca a más de uno. ¿Por qué decimos esto? Gracias a la tecnología de cilindros desconectables, el 300 puede realizar recorridos largos sin necesidad de utilizar los 6 cilindros, por lo que disminuye el consumo notablemente al no necesitar potencia extra. 

Esto se hace efectivo en ruta, ya que en ciudad siempre estamos necesitando que el auto acelere y logre moverse. Claro, hacer que 1.972 kilos se muevan en Buenos Aires genera un consumo superior a los 6,5km/l, pero un viaje a la costa nos puede demandar apenas 16km/l. En comparación, es más barato viajar lejos que cerca, siendo un vehículo ideal para recorridos largos, sobre todo por el impresionante confort de marcha.

En prestaciones, el 300 no se queda atrás. Acelera de 0 a 100km/h en apenas 7,5 segundos y tiene una velocidad máxima superior a los 225km/h. Todo esto es digno de un vehículo deportivo, pero con una consistencia en ruta que es envidiable. Inclusive sin ofrecer tracción integral, el 300 tiene escaso rolido y sobrevirancia. 

• CONCLUSIONES

Chrysler Argentina comercializa el 300C a un precio de 139.500 dólares, afectado por los impuestos a los vehículos de lujo (hace apenas un mes se podía adquirir a 86.000 dólares). La garantía ofrecida por el fabricante es de 2 años o 50.000 kilómetros, algo que quedó viejo en relación a otras marcas, que ya ofrecen hasta 5 años de garantía.

Hay que decirlo: el Chrysler 300 no es un auto para cualquiera. No es sólo tener la plata y comprarlo.

El 300 es la filosofía yankee de la buena vida. Es “el sueño americano” en su máxima expresión. Ese momento de descanso, esos mates con tus amigos, esos primeros pasos de tu hijo. Las cosas simples son las que complementan a las complejas, y es ahí donde el impulso de conducir un 300 sobrepasa a todos los sueños conocidos.

Luego de una semana de test, no nos queríamos despertar.

Consumos

Termómetros

• Equipamiento Destacado

EQUIPAMIENTO: 7 Airbags, alzacristales eléctricos (Delanteros One Touch up&down), asientos con tapizado de cuero, asientos delanteros ajustables eléctricamente, asientos delanteros calefaccionados y ventilados, asientos traseros calefaccionados, cámara de estacionamiento trasera, climatizador dual, control de estabilidad, control de tracción, control de velocidad crucero, faros delanteros de Bi-Xenon HID adaptativos, lavafaros, llantas de Aluminio de 20″, pedales ajustables con memoria, sensores de estacionamiento traseros/delanteros, sistema de arranque en pendiente, sistema de arranque por botón, sistema de Audio con radio AM/FM/DVD/SD/USB/NAVEGACION con pantalla táctil de 8.4″ con U-Connect y 9 Parlantes con subwoofer, sistema de Navegación Garmin, techo solar panorámico, volante calefaccionado regulable en altura y profundidad con controles de audio.

• Detalles

Excelente contraste del tablero de instrumentos.

Un lujo: los posavasos centrales enfrían o calientan tus bebidas.

El diseño de la palanca de cambios es muy moderno, pero no gusta tanto su funcionamiento.

Llantas de aluminio de 20 pulgadas.

Toma de 12v y asientos traseros calefaccionables para los ocupantes posteriores.

• Descargas

Ficha Técnica (descargar aquí)

N. de la R.: En nuestras redes sociales, esta semana TURBO Argentina cayó en un juego de palabras mal estructurado. En nombre de todos los empleados de TURBO Argentina, pedimos disculpas a la gerencia de Chrysler Argentina y a sus empleados por las palabras utilizadas en dicha actualización.